El Internet de las Cosas está generando en la actualidad una
perspectiva totalmente diferente para la industria, ya que la convergencia del
mundo físico y del mundo digital permite que los productos, proveedores,
máquinas, sensores y dispositivos móviles, tengan una conexión tal que genera
una suma enorme de información asegurando un seguimiento al cliente de sus
comportamientos y necesidades, lo que permite generar nuevas experiencias para
los mismos y crear un impacto en la forma en que trabajamos, hasta en la que
vivimos.
Desde la cadena de suministro hasta la planta de fábrica,
los dispositivos vinculados al Internet de las Cosas pueden utilizarse para
identificar, localizar o medir el estado de los activos, personas o
transacciones de un negocio.
Es entonces donde se puede argumentar que, las empresas con
un funcionamiento tradicional especialmente en el sector industrial, no tendrán
la capacidad de satisfacer el comportamiento evolutivo de sus clientes y del
mercado, si no se acogen a la tecnología de la era digital, como lo es el
Internet de las Cosas, y tenderán en un futuro a desaparecer del mercado.
Además, se puede garantizar que la adopción de dichas tecnologías representa el
principal factor diferenciador ante la competencia.
Sin embargo, la implementación del Internet de las Cosas no
será suficiente fuente de diferenciación si las empresas no generan procesos
para captar valor, es decir, deben redefinir su cultura, fomentar la innovación
y mitigar todos los obstáculos internos que puedan parar esta actualización a
la era digital. Todo esto a través de la creación de grupos
interdisciplinarios, alianzas estratégicas que apoyen dicha integración a la
medida de los procesos y el sector, contratar personal especializado y generar
estrategias que alinee a las líneas de negocio con la adopción de tecnología.
En conclusión, la presión global está desafiando a las
empresas a reestructurarse y eliminar las ineficiencias en sus procesos y
descubrir oportunidades de negocio. Es allí donde la implementación del
Internet Industrial de las Cosas, puede generar mejores resultados, reducir
costos, menores tiempos de producción, mejor comunicación entre la cadena de
valor y claro está, mayor capacidad para responder a los requerimientos de sus
clientes.
Durante los últimos años, las compañías han adoptado
tecnologías, como códigos de barras, identificación por radio frecuencia (RFID),
sistemas de posicionamiento global (GPS), sensores ambientales y sistemas de
posicionamiento en tiempo real (RTLS), para mejorar la visibilidad de los
procesos y operaciones.
Por ejemplo, las tecnologías y aplicaciones de IoT se pueden
utilizar para identificar, localizar o medir el estado de los activos, personas
o transacciones de un negocio. “Tener un seguimiento de los identificadores
RFID y RTLS ayuda a rastrear y localizar elementos de valor tales como
herramientas, grandes embalajes o vehículos. Esos datos pueden utilizarse para
optimizar los procesos, reducir las pérdidas por daños y proporcionan una mejor
seguridad en el lugar de trabajo”, comenta Ashley Ford, vicepresidente y
director general de Zebra Technologies.
La industria es uno de los sectores que más potencial
y beneficio han visto en la tecnología de la IoT. De hecho, al permitir
automatizar y digitalizar la cadena de suministro, la Comisión Europea
espera elevar la participación del sector industrial en el PIB
del mínimo histórico actual del 16% al 20%.
“La “cuarta revolución industrial” es ya una realidad y
Europa va en cabeza. En Alemania, el 21% del PIB ya corresponde al sector
industrial, resultado de la revolución que el IoT está suponiendo”, asegura
Ford. Con el fin de hacer más eficientes las operaciones a través de, por
ejemplo, la reducción de energía, la mejora de los plazos de entrega y el
servicio al cliente, los procesos individuales pueden ser examinados con la
interconexión de todo el ecosistema de la empresa.
Tener visibilidad proporciona métricas medibles que permiten
a una empresa tomar mejores decisiones e innovar. Asimismo, podrán acabar con
el desaprovechamiento de recursos y mejorar el seguimiento de activos, lo que a
su vez aumenta la calidad del producto al tiempo que reduce los gastos
operativos y de inversión.
En conclusión, la presión global está desafiando a las
empresas a reestructurarse y eliminar las ineficiencias en sus procesos y
descubrir oportunidades de negocio. Es allí donde la implementación del
Internet Industrial de las Cosas, puede generar mejores resultados, reducir
costos, menores tiempos de producción, mejor comunicación entre la cadena de
valor y claro está, mayor capacidad para responder a los requerimientos de sus
clientes.
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