Instituciones internacionales,
como la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de EE. UU. (OSHA), han establecido
normas para regular la exposición laboral de los trabajadores al asbesto. En seguimiento
de las políticas internacionales, el Ministerio de Salud ha promulgado normas
de protección respecto a la información y la ropa de uso profesional.
Deber de informar
Los empleadores
que realicen trabajos de remoción y sustitución de los objetos que contengan
amianto, deben de estar comprometidos a reducir la contaminación del ambiente,
la población y, especialmente, de sus trabajadores. Este rubro laboral se
considera como de alto riesgo y es evaluado, por los auditores externos Mintra,
cada año.
Ellos tienen
la responsabilidad legal de informar a los empleados acerca de los riesgos para
su salud que significa el asbesto. Además, se debe indicar en que partes del
centro laboral o labores está presente el amianto. Aunque solo se tenga la
sospecha de hallar asbesto, se tiene que repartir la información.
Programa de prevención
La dirección de
las empresas está obligada a confeccionar un “Plan de trabajo para la remoción de
asbesto”. Este documento debe ser aprobado por la Dirección General de Salud
Ambiental del Ministerio de Salud. Ellos establecen los criterios técnicos del
plan y dan respuesta en un plazo de 10 días, desde la presentación del trámite.
Las normas establecidas
por las empresas deben mencionar que controles técnicos se aplicarán, como se
realizará la evaluación de los ambientes del centro laboral. También, se tiene
que establecer la evaluación de salud de los colaboradores y la capacitación de
riesgo sobre el asbesto.
Ropa de trabajo
Los empleadores
que tengan trabajadores expuestos al asbesto deben proporcionarles ropa especializada.
Se establece que debe de material sintético. La “tela” va a ser completamente
lisa, sin bolsillos ni accesorios. Además, solo se usa en el lugar de las labores, de manera obligatoria.
Además, las
prendas de deben lavar diariamente por el empleador. Esta desinfección se hace
para eliminar las fibras de asbesto adheridas a la ropa. Los procedimientos de
aseo se hacen fuera de los lugares contaminados con asbesto.
Los
respiradores para la purificación del aire de los trabajadores son de uso obligatorio.
Las mascarillas de papel no ofrecen ningún nivel de protección. Existen dos
tipos de máscaras, las que incorporan filtros y las que bombean aire puro desde
otras zonas.
Estos implementos
deben de quedar bien sellados alrededor de la cara. El vello facial puede ser una
dificultad para un cierre hermético con la piel. Si la forma del rostro no se
adapta bien a la careta, los pulmones pueden estar expuestos.
Se tienen que
realizar chequeos médicos para verificar que la capacidad pulmonar y cardíaca
de los empleados pueda resistir el esfuerzo de usar un respirador. Póngase en
contacto con uno de los auditores externos del Mintra para realizar la evaluación de sus sistemas
de gestión de seguridad y salud. ¡Evite la paralización de sus operaciones!
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