martes, 14 de junio de 2016

Dale un buen mantenimiento a tus cables de acero

Tanto en los barcos como en la minería y los puentes, son indispensables el uso de cables de acero para las distintas prácticas en las que son destinados. Estos cables se encuentran compuestos por hilos de alambres enrollados por el borde de un núcleo conocido con el nombre de ‘alma’.
Cada cable se caracteriza de otro por diversos factores como el tamaño, el estilo de trenzado, el número de cuerdas o el tipo de acero que utilizan, necesitando con ello un constante mantenimiento para evitar su desgaste producto de la oxidación o la corrosión del material.
Para evitar este último, se requiere que estos cables hayan sido fabricados bajo un recubrimiento galvanizado que lo proteja por largos años de todo elemento externo producido en el ambiente. Y para prevenir lo primero, es necesario tomar en cuenta la importancia de lubricar o realizar un buen mantenimiento a los cables de acero.

Lubricación de cables

Sabemos que una de sus principales funciones consiste en proteger a los cables de las corrosiones y fricciones. Para ello, debemos tomar en cuenta cuáles son los tipos de lubricantes que existen. Dentro de ellos tenemos: los lubricantes penetrantes y los de recubrimiento.

Lubricantes penetrantes

Este tipo de lubricante almacena una cantidad considerada de petróleo que se inserta en el alma del cable para que luego se evapore y con ello lubrique cada hilo de los alambres.

Lubricantes de recubrimiento

En este caso, los lubricantes van a introducirse en el cable para que bombee todo el lubricante hasta llegar a la parte del extremo del troquel que tuerce los cables en el torón y estos queden muy bien cubiertos hasta sellar todo su exterior para protegerlo de la humedad y partículas externas.
Para ambos casos, se hacen uso de distintas grasas que tienen por lo general una consistencia suave como son el sodio, litio y el complejo de aluminio. Su función va a ser envestir toda la parte del cable hasta introducir la grasa que va a ser realizada por medio de lubricadores de presión, esto lográndolo gracias a su fluidez que remueve todos los elementos dañinos del exterior. Para ello, estos se tendrán que realizar desde el proceso de su fabricación.
Ya posteriormente pasando un determinado tiempo, se puede volver a hacer un mantenimiento ya que el lubricante que se le colocó en un inicio pierde su efecto debido a la carga, flexión o estiramiento que se haya hecho con el cable. Hay otro tipo de lubricantes que contienen aceites minerales y vegetales que permiten de mejor manera la penetración al cable, esto gracias al diseño del aditivo; produciendo así una mejor protección a los cables de acero.

Es necesario entonces, efectuar la lubricación en los cables de acero para puentes, minerías, barcos, entre otros y así poder ahorrarnos el riesgo a deteriorar esos cables que nos sirven de soporte para nuestras cargas.

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